Fotografía y video

EXUVIA

Liberación y dolor se unen en la expresión de estos retratos del cuerpo de chicas jóvenes que sufren el acoso machista de manera cotidiana.  Las protagonistas de la muestra son mujeres que se ven obligadas a callar por la naturalización de esta violencia física, ambiental y cultural de forma general. La obra se centra en aquellas partes superficiales en las que se sufrió la agresión, para hacer visibles esas cicatrices profundas, e imperceptibles para la sociedad que las cosifica.

Para lograr capturar las heridas en un momento de verdad y belleza que haga pensar en profundidad, fue necesario establecer un ambiente cercano, humano, de confianza e íntimo emocional y físicamente.

Las imágenes han sido censuradas en redes sociales por contener desnudos inapropiados. Esto mismo, habla de la mirada sexualizada que se posa sobre el cuerpo femenino en la actualidad y señala el origen del problema.

El título es una metáfora que hace referencia a la capa más exterior que mudan los artrópodos, como si mediante la expresión se mudase también esa piel herida.